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domingo, 22 de agosto de 2010

La Infedilidad

Las mujeres que descubren la infidelidad de sus parejas suelen llamarlos estúpidos, palabra que les quedaría muy bien según un nuevo estudio de científicos británicos. El Dr. Satoshi Kanazawa, psicólogo evolucionista de la Escuela de Ciencias Económicas y Políticas de Londres declara que los hombres más inteligentes tienen una probabilidad menor de engañar a su pareja.

Su teoría se basa en que a través de la historia evolutiva los hombres han sido “ligeramente polígamos”, sin embargo en la actualidad esto es distinto, sin embargo las relaciones sexualmente exclusivas son muy recientes, en términos evolutivos, por lo que los hombres que no se pueden adaptar a esta nueva realidad, se rinden ante la tentación de estar con otras mujeres, lo que sería un signo de inteligencia inferior.

Según la teoría del Dr. Kanazawa, la relación entre fidelidad e inteligencia no se puede aplicar a las mujeres, porque ellas siempre han sido fieles a una pareja, incluso en sociedades polígamas.


La investigación del Dr. Kanazawa, publicada en la Revista Trimestral de Psicología Social, también concluye que las personas inteligentes tienen menor probabilidad de creer en Dios o tener puntos de vista conservadores. El psicólogo, analizando un estudio acerca de la salud de los adolescentes norteamericanos, realizado a largo plazo, encontró que los jóvenes adultos que se percibían a sí mismos como “muy liberales” tenían un coeficiente intelectual de 106 en promedio, mientras aquellos que se autodenominaban “muy conservadores” tenían un promedio de 95.

La teoría del Dr. Kanazawa sostiene que el interés en sí mismo y las actitudes conservadoras son primitivas, en términos evolutivos, a diferencia del desinterés en sí mismo y los puntos de vista liberales, asociados con la inteligencia. De forma similar, quienes afirman ser “nada religiosos” tienen un promedio de 103 en su coeficiente intelectual, frente a los que se declaran “muy religiosos” con un promedio de 97 en su coeficiente intelectual. Estas diferencias explicarían la mayor disposición a las ideas novedosas de las personas inteligentes.

De acuerdo con el Dr. Kanazawa las personas menos inteligentes creen en Dios como resultado de una función útil en el pasado, ya que los humanos están diseñados, evolutivamente, para ser paranoicos y creen en Dios por esa paranoia. Este comportamiento fue útil en la autopreservación y en la protección de sus familias y clanes, que dependía de la extrema atención que se le prestaba a los peligros potenciales.

Se puede concluir que los niños más inteligentes crecerán con una menor probabilidad de creer en Dios y ser ateos, pero a la vez se convertirán en adultos más adaptables a las relaciones de pareja monógamas.

Aún hacen falta investigaciones futuras que expliquen por qué los más liberales e inteligentes tienden a ser más fieles, cuando la tradición se inclina por la monogamia y la fidelidad.

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